lunes, 17 de agosto de 2015

Reflejo maldito - Protección


-¿Un guerrero? ¿Te refieres a un soldado? Sera difícil matar un soldado.

"No, un guerrero es cualquiera que defiende a otros. Pueden ser soldados, pero también policías o bomberos. Recuerda que no deben de ambicionar dinero o poder, lo han de hacer porque le sale del alma."

-Creo que un bombero tendrá más posibilidades de ser altruista.

"Me parece bien."

Cambié el rumbo hacia la estación de bomberos. Iba a ser difícil, sin duda. Deseaba que esto acabase cuanto antes. Mis dudas sobre lo bueno que había supuesto mi contrato con este demonio se disipaban a medida que avanzaba la noche. No sabía que era lo que quería lograr con esta serie de asesinatos, pero cada vez era menos rentable mi acuerdo. Cuando me ofreció el trueque no se me ocurrio preguntar que clase de favor tendría que hacer a cambio de la buena vida que me iba a dar, solo podia pensar en salir del pozo de desesperación y amargura que me ahogaba en aquel momento.

Aparqué la moto cerca de la entrada de la estación, que obviamente estaba cerrada.

-¿Se te ocurre alguna manera de entrar sin ser visto?

"Algo mejor. No entremos, hagamosles salir. Observa, humano."

Mi mano se levantó, como si de una marioneta me tratase, y se cerró lentamente a la vez que varios coches en el otro lado de la calle explotaban.

-¿Ese es tu plan? ¿Explotar cosas? Que sutil.

Obviamente, las puertas de los bomberos se abrieron de inmediato y varios bomberos y un par de camiones salieron inmediatamente a sofocar las inmensas llamas.

"Es funcional, no hable de sutilezas."

Todos me ignoraron, pasando de mi y haciéndome parecer un mero fantasma. Es lo que me dijo antes, la extraña runa que hacía que la gente no se percatara de mi.

Esperé pacientemente a que se sofocara el fuego y que recogiesen. Uno de ellos recorrió el perímetro de la escena, buscando alguna pista.

"Ese puede servirnos."

Agite la mano para que me viera y rápidamente vino hasta mi.

-¿Has visto que ha sucedido?- Preguntó ansioso el hombre.

Sin contestar le clave el puñal vaporoso que había aparecido en mi mano. Le tapé la boca y mientras lo apoyaba contra la pared, de mi boca salieron esas palabras que no sabía que significaban.

-Lo siento mucho.- Murmuré lentamente mientras el bombero terminaba de exhalar el último aliento. Su silueta se tornaba roja, hasta que formó una etérea forma esférica. La atravesé con la botella que se formó en mi mano y como siempre, el contenido se licuó, resultando en un líquido rojo y espeso.

Nadie se había percatado de ello. Andé con una pasmosa tranquilidad, poco propia de mi, me monté en la moto y salí rápidamente del lugar. Nadie parecía haber visto nada, y posiblemente tardarían en darse cuenta.

"Lo has hecho bien, Jeremy. Felicidades."

-Díselo a los tres seres altruistas que he asesinado.- Contesté frustrado.- ¿Y ahora? Seguro que te queda hacer algo con las almas, ¿verdad?

"A veces me sorprende lo listo que puedes llegar a ser." Contestó el demonio en mi cabeza. "Dirígete hacia el barrio comercial. Yo te indicare el camino."

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