domingo, 16 de junio de 2013

Tierra (Eva 8)

"Un murmullo puede traer un gran eco"

Es lo que ponía sobre la nueva puerta al final de otras casi interminables escaleras. Esta era igual que la anterior, pero en lugar de un zafiro, esta disponía de un rubí tallado en el sello. Esta vez, el ángel no se molestó en tratar de abrir la puerta y directamente me pidió el anillo que abría la puerta. Se lo di y abrió sin problemas, dejando un vacío enorme, salvado únicamente por un puente colgante.

-Voy a sospechar que hay truco.

La mujer se asomó al abismo y comprobó que no era una ilusión y que si tenía profundidad, no como el agua de hace un rato. También tocó el puente que parecía sólido como lo aparentaba.

-Me rindo. ¿Y el truco?- En respuesta, me encogí de hombros.- Pues ve tú delante, te sigo.

Asentí. Cogí la mano de Zack, que me la tomó sin protestar y comencé a caminar por los listones del puente. Ante nosotros cayó una enorme roca, que atravesó un tablón, dejando un gran agujero en este. Cayó otra roca al lado de Zack, que le hizo sobresaltarse y perder el equilibrio. Le sostuve y le pegué a mi cuerpo.

Pero la lluvia de guijarros siguió, por lo que apuramos el paso antes de que el puente cediese y no pudiéramos llegar al otro lado.

Para evitar que nos diese a nosotros, de mi sombra obtuve lo que vendría a ser un paraguas sólido. Las rocas golpeaban contra el material sombrío denso y evitaban que alcanzasen a Zack, pero me daba dolor de cabeza.

A escasos metros de completar el camino, una roca, del mismo ancho que el puente cayó en nuestro camino, impidiéndonos continuar.

-¿En serio? - Murmuré fastidiado.- Toma, sujeta esto.

Le tendí el paraguas al chico y cree una enorme espada larga, fina y muy cortante. Esperaba que fuera suficiente. Embestí contra nuestro impedimento y con un par de cortes, la roca parecía igual.

Acto seguido otra nueva roca más pequeña la golpeo, rompiendo el equilibrio que tenía la más grande y fue cuando se hicieron patentes los cortes, ya que los cortes hicieron que se empezasen a resbalar las diferentes partes de la roca hasta que finalmente solo quedaba la base de la roca.

Subí encima y ayude a Zack a subir para poder continuar.

-Erik... Tu nariz.- Murmuró.

Me lleve la mano a la parte mencionada y pude notar un fluido espeso y caliente. Me estaba sangrando la nariz. Estas rocas tenían algo que no era precisamente bueno.

Un crujido.

Una de las cuerdas que sujetaba el puente se rompió por la metralla pétrea que estaba soportando. Agarre al chico y volví a tirar de él, sorteando los pedruscos que empezaban a acumularse. Otra cuerda finalmente cedió. El puente no tardaría en terminar de romperse y caer al foso.

En una fracción de segundo tomé al humano y me lo eché al hombro, como si de un saco de patatas se tratase y corrí por lo que faltaba. El ángel nos seguía de cerca. Cuando alcance suelo seguro el puente cayó al vacío, pero la mujer no había llegado todavía y se aferró a Zack, tirando de él, y este a su vez de mí.

Los tres nos caímos al vacío. En lo que un reflejo me dio tiempo, clave algo en la pared, frenando nuestra caída. Pude notar el tirón que dio Zack y que a su vez dio Lia. Nos quedamos en suspensión sobre el vacío.

-¿Alguna otra idea, genio?- Preguntó la mujer.

-Desde luego, mejor que meternos en este embrollo de escalar la dichosa torre, sí.

-¿Soluciones? - Intervino Zack.

-Solo hay que escalar.- Contesté al chico, dado que tenía razón, discutir no solucionaba nada. Desgraciadamente el puente había cedió de este lado y los restos colgaban al otro lado del vacío.

-¿Cómo? - Inquirió la mujer. - La pared está demasiado lisa.

Tome aire. Respire hondo. Tenía que pensar algo. Si la pared era lisa, crearíamos irregularidades. Me concentre mucho y cree un artilugio que fuera capad de formar grandes socavones en la pared pero lo suficientemente juntos como para ser escalables.

¿Y si en lugar de hacer socavones hacia salientes? Podría hacer picos sombríos y usarlos para subir.

Para empezar cree uno de esos picos bajo mis pies y luego otro debajo de Zack y el ángel. Me solté del gancho que nos mantenía y caímos sobre los picos. Me había asegurado de que fueran más grandes para evitar riesgos innecesarios.

Me agache y ayudé a Zack a subir a mi pico.

-Ya tenéis algo donde escalar.

Con lentitud salimos del vacío, escuche muchas protestas del ángel y trate de ignorarla, cosa que ella se encargó de hacer difícil. Por suerte Zack me animaba con sus sonrisas.

Finalmente dimos con el borde del abismo y el alivio que sentí cuando el muchacho llego sano y salvo fue tal que se me olvido mantener el pico sombrío sobre el que estaba y pude notar como me caía.

Al menos el amago, ya que Lia me agarro de la muñeca y evito que cayese. Sin mucho esfuerzo termino de subirme.

-Gracias. No estoy seguro de si podría volver a subir.

-No lo hice por ti. Te necesito para llegar a la cima de la torre. Deberíamos seguir subiendo o no llegaremos nunca.

-Dame un respiro. - pedí mientras me sentaba en el primer escalón de las nuevas escaleras, escondidas tras la puerta.

-¿Cómo lo has hecho? Pensé que no se podía crear portales aquí dentro.

-Y no se puede.- contesté sin estar seguro sobre que estábamos hablando.

-¿Entonces cómo has creado todos esos picos?

-Pues eso, creándolos no he traído nada de ningún sitio. Puedo crear objetos a partir de sombras.

-¿Y no crees que eso es un dato interesante? - Preguntó la mujer, a lo que me encogí de hombros.

Claro que era interesante pero no le iba a contar todo lo que le resultara interesante. Y por supuesto no le iba a decir que mi intención es que no fuera a salir de la isla viva.

-¿Continuamos?- Comenté sin ganas de seguir con el interrogatorio.

Ambos asintieron con lo que me levanté y comencé a subir escaleras.

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