domingo, 9 de junio de 2013

Agua (Eva 7)

"El reflejo es la mejor forma de aprender sobre nosotros mismos"

Eso es lo que rezaba la puerta, más o menos. Llevábamos un buen rato subiendo escaleras en silencio, solo se oían nuestros pasos sobre las losas y el respirar cada vez más agitado de Zack. La puerta había aparecido al finalizar las escaleras. Esta estaba adornada con un zafiro azul en el medio y las letras aparecían rodeando el marco de la puerta.

-¿Cómo abrimos la puerta?- Preguntó Lia tras probar a abrirla sin éxito.

Del bolsillo del vaquero saqué un anillo del mismo color del zafiro de la puerta. Se lo tiré. La mujer lo examino y busco en la puerta algo donde ponerlo. Al parecer no encontró nada. Algo que no me sorprendo.

-Póntelo.- Murmuré.- Y empuja el cristal.

La rubia fue lo que hizo. Se colocó el anillo en el dedo anular y tocó el cristal levemente, haciendo que la puerta se abriese, dejando que la luz inundase la escalera. En la estancia había una pequeña isla en medio del mar. De hecho, donde acababa la losa del suelo de las escaleras empezaba el mar, de un color turquesa. A los lados solo había más y más mar, lo único que destacaba era otra puerta al otro lado de la pequeña isla, también suspendida sobre el mar.

-¿Cómo piensas llegar hasta allí?- Preguntó la mujer con ironía.- ¿Caminado sobre el agua?

-Por ejemplo.- Contesté.

Di un paso. Bajo el agua había arena y solo cubría hasta el tobillo. Me giré hacía ellos para decirles que no pasaba nada. La chica no tardo nada en dar el paso y encaminarse hacia la salida. Zack se lo pensó un poco más.

-No tengas miedo, yo te cubro.

Le tendí la mano y él la tomo, ayudándose para dar el paso y meter el pie en el agua tibia. Luego dio otro paso y camino con más seguridad.

-¿Que pega hay? - Preguntó la chica cuando llego a la islita que tenía una palmera en el medio.- Es demasiado fácil.

Justo al decir esas palabras, tras de ella apareció una sombra con su misma figura, como si de dos gotas de agua se tratasen, solo que una de ellas era negra completamente. Con un gesto de cabeza le indique que ahí tenía su respuesta.

En frente de mi surgió otra sombra con mi mismo aspecto, pero sin color alguno. Y justo tras mi sombra apareció la antagónica forma de Zack.

Instintivamente empuje al chico tras de mí y cree un arma de sombra. Mi doble hizo justo lo mismo y fue lo que me dio la pista de mi propio punto débil. El mismo que había aprovechado Lia, Zack. Estaba seguro que no podía ganarme a mí mismo, pero si hería a el Zack sombrío, mi yo se volvería loco el tiempo suficiente para rematarlo.

Lance un par de estocadas a mi sombra y jugué un par de veces con los pies, cuando bajo la guardia, aproveche para acercarme al doble humano. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, solo tuve que hacerle un ligero arañazo y se desvaneció como si se hubiera diluido en el agua.

Mi otro yo rugió y se lanzó con temible ira hacia mí. Solo tuve que esquivar y repeler algún golpe y en una estocada perdió la guardia, lo cual aproveche para herirle y para cuando cayó al suelo se deshizo en el agua.

Una vez seguro de que no corríamos peligro, me acerque de nuevo Zack y comprobé que estuviera bien. Me volví hacia el ángel que luchaba contra su sombra de manera muy impetuosa, sin perder terreno, pero sin ganarlo. Dado que si le dejaba así podíamos no acabar nunca, por lo que opte en intervenir. Me descolgué el arco y estrene mi reciente adquisición. No necesitaba de flecha alguna, ya que podía crearlas de sombra, lo cual convertía el arco en una potente arma. Tense la cuerda y una fina flecha apareció colocada. Solté la cuerda y el proyectil salió disparado hacia el objetivo, impactando directamente en la frente del ángel oscuro, que como nuestros dobles, se deshizo en el agua...

-Podía yo sola.- Reprochó.

-Pensé que querías llegar arriba del todo. Lo siento si me equivoque.

La mujer refunfuño y se volvió hacia la puerta. Zack y yo la seguimos. Tras el umbral aparecieron más escaleras ascendentes.

-¿Hay que seguir subiendo?

-Es una torre, ¿qué esperabas?- Refunfuñó la mujer mientras comenzaba la ascensión.

-¿No se os ocurrió un elevador cuando la construisteis?

-Se supone que forma parte de la prueba, la constancia y esas cosas.- Contesté.

-¿Y no podéis transportaros? Tú me has llevado un par de veces así.

La mujer se giró. Sabía que por su cabeza pasaba algo así como: "¿Cómo no se me ha podido ocurrir a mí?" Y lo intentó. Un par de veces.

-No puedo.- Sentenció.- ¿Porque no puedo?- Me miró a mi.

-No se puede. Leyes elementales. Eva esta en otro plano distinto al de los humanos y La Torre entera es un portal a ese plano. Nosotros para transportarnos creamos portales a otra dimensión y luego abrimos otro para volver pero en otro sitio.

-¿Y?- Respondió el ángel.

-No puedes poner un portal dentro de otro.- Contesté.

-Estúpidas leyes elementales.- Farfullo y siguió subiendo escaleras.

Yo me puse delante de Zack y le ofrecí mi espalda.

-Sube, a este piso invito yo.- Reí.

El chico no se lo pensó mucho y monto encima de mí. Ascendimos mucho más rápido.

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